Una historia que cierra por pandemia
Redacción 25/02/2022
Los parroquianos sedientos ya no podrán apagar su sed y mojar sus gargantas en El Puerto de Mazatlán, en La Cañada, pues una de las cantinas más antiguas de El Marqués y Querétaro, cerró sus puertas.
La pandemia y la muerte de su último dueño, Ramón Avendaño, “Monchis”, como lo conocía la población de La Cañada, cerró un ciclo que se abrió en la década de los 20 del siglo XX, frente a la plaza de San Pedro de La Cañada.
Fundada en 1925 por Ricardo Avendaño Loarca, la cantina vio por casi un siglo el devenir de La Cañada, siendo testigo de su acontecer diario y el crecimiento de la comunidad.
Se dice que durante la inauguración de la sede de la presidencia municipal de El Marqués en La Cañada, el entonces presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, entró al local para tomar dos cervezas.
Junto con el presidente, entraron a la cantina el entonces gobernador Mariano Palacios Alcocer, así como funcionarios de gobierno.
El Puerto de Mazatlán también fue escenario para la filmación de la película “El Payo”, protagonizada por Jorge Rivero, y que se estrenó en 1972.
El interior de la cantina, para quienes lo conocieron, era viajar 80 años en el tiempo. Una pantalla plana era lo único moderno en su interior. Sus dos puertas, como debía de ser, eran de vaivén.
El Puerto de Mazatlán, establecimiento tradicional
Una barra de madera, sin mesas y sin sillas, así como los estantes con las botellas, era el único mobiliario. Era una cantina “a la antigua”. En eso consistía su encanto.
Ramón Avendaño contaba que la gente de las comunidades marquesinas, a su paso hacia sus hogares, hacía un alto para tomar un trago, pero cuando por disposiciones se prohibió que se detuvieran frente al local, la clientela disminuyó.
Por su perfil sencillo, los clientes de El Puerto de Mazatlán eran personas de la comunidad y uno que otro personaje que pasando por La Cañada y con sed, se decidía a entrar y conocer la cantina tradicional.
La pandemia por el SARS CoV-2 obligó al cierre de la cantina, al igual que todos los negocios de este tipo.
Luego, en 2020, el deceso de “Monchis” dio, al menos hasta la fecha, el cerrojazo a una historia de casi 100 años en La Cañada, que muchos marquesinos esperan no haya sido el último capítulo para la emblemática y tradicional cantina.
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