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Los integrantes del pueblo

«El Cerillo» -Blog

Remembranzas de mi pueblo

09/06/2022

Me gusta hablar de San Joaquín y de lo que me tocó vivir. En mi infancia había 4 Marías famosas en mi pueblo, aparte de la madre de Jesús: María de Don Chencho, María la de los zapatos, María la de Pancho y María la de Alfredo.

Otro nombre muy repetido era Lucila, y conocidas ellas estaban: Lucila de Tranquilino, Lucila de Pompeyo, Lucila de Panchito y Lucila de Don Baltazar. Así se decía. Todos sabíamos a quien se referían cuando algo se platicaba o a dónde tenías que ir cuando te mandaban a algún mandado.

Con el paso de los años creció la población y así, llegaron los apodos o el sobrenombre con el que se les identificaba y hasta se los apropiaban. A mi madre le caía gordo esta vieja costumbre, por cierto.
Me acuerdo de Juvenal Martínez “El Cosha», Fausto Martínez “El Bruja”, ambos hijos de Raúl ”Meñi” y nietos de Tío Fausto.

Personajes de toda una generación sanjoaquinense fueron Rubén González “El Burbuja”, hijo de Doña Cipriana, que por cierto hacía un pan muy rico que me mandaban a comprar y en el camino hacia casa, desde luego me comía más de uno, ya fueran conchas o camelias que golosamente retiraba de la canasta.

Recuerdo a Juan Camacho “Chimé”, hijo de Don Luis Camacho quien se casó en segundas nupcias con doña Felícitas, hermana del “Güero Lencho”.

Salomón Ledesma “El Charro” y José Ledesma “El Burra”, hijos de doña Raquel y de don Salomón, apodo que por cierto se debe a mi primo Manuel Martínez “Manolin”, después de un viaje a San Francisco Gatos, lugar a donde acudían cada año acompañando a Don Sansón Martínez “Tio Chancho” a recoger sus partes de cosechas, este último es abuelo de mi primo Agripino Ledesma “El Pino”.

Baltazar Ledesma “El Comino”, hijo de Don Baltazar Ledesma y Guadalupe Becerril “Pinini”, supongo que por chaparrita.
Con «El Comino», cursamos la primaria. En aquel tiempo y durante las fiestas patronales, fue como entretenimiento a San Joaquín un mago, que años después se hizo famoso en la televisión, Beto El Boticario. Pues bien, “El Comino” dio a Roberto Ledesma, el apodo de «El Botica» que es apócope de El Boticario.

De los hijos de Don Jesús Ledesma, quien se casó con doña Ninfa Nieto, no sé el origen de sus apodos, aunque supongo que él mismo se los puso. Todos conocidos. Benjamín “Chimole”, Melchor “Mechudo», Jaime “El Ticuruchi» y el menor, José “El Jushi”.

Don Fausto Martínez procreó a Fausto “El Tolón” y a Enrique “El Galletas”, por cierto, este último muy apreciado por mi.

Son figuras del pueblo que se desenvolvían en distintos ámbitos y que se quedan grabadas en la memoria. Recuerdo a Guillermo Ledesma “Pocagreña”, a su hermano Gilberto “El Jilguero de la Sierra», Alfredo Nieto “Tiriliti”, Cupertino “El Guapo” Camacho, Manuel Martínez “Panchito”, mi tío Abraham Ledesma “El Mocho”, cuyo apodo proviene de la carpintería, al perder la última falange del dedo anular.

Gente entrañable como mis tíos Lupe Torres “El Huevito” y Chava «Chaparro» Torres, Laurencio Martínez “El Diablo”, Guillermo Camacho «El Godo”, su hermano Ricardo «El Chicha», mi primo Joaquín Torres “El Joaco”, Felipe Martínez “El Jómas”, Joel Martínez “Morsita”, Lupe Martínez “El Cuete”, Felipe Martínez «Chirrisco», padre de Timoteo “El Timo” y de Felipe “El Prieto”.

Juan Martínez “Botijo”, padre de Juan y Bernardo “El Berna”, con estos últimos trabajábamos juntos cuando se hizo la ampliación del camino a San Cristóbal a pico y pala, y yo trabajaba con Guillermo Trejo “El Ardilla”, casi toda la muchachada de la secundaria en ese tiempo, allá trabajábamos y nos pagaban con raciones el famoso huachinango, hasta el día de hoy , ignoro el porqué de ese nombre para denominar la forma de pago.

Nos referíamos a la gente por los apodos, así nos conocíamos. A Miguel Torres “El Güera”, Onésimo Martínez “Chimillo”, Roberto Torres “El Borrega” y Blas Ángeles “El Patotas”.

A Doña Lola Martínez le conocíamos a un hijo “David “, que en realidad era Vicente Ferrer y otro llamado Ramiro pero conocido como “Gilbe”, y también a Adán “Manolarga”.

«Pillo», «Chino», «El Chulo», «El tamal», «Pishishi», «El Picos», y «El Seco», todos con nombre y apellido.

Seguramente muchos paisanos se escapan de mi memoria, pero quedan sus recuerdos de la época que les tocó vivir.

Muchos de los nombrados aquí ya no están con nosotros, pero fueron todas aquellas familias que hicieron de un pequeño pueblo escondido en la sierra de Querétaro, su lugar de asentamiento.

Con respeto y cariño, Rogelio «Cerillo» Ledesma.

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