Juegos de mi barrio -Blog

Voces del Tepetate

01/09/2022

…Cuando niños, a veces somos violentos.
No porque nos nazca, los mayores nos inducen.
Un juego que recuerdo bastante cruel, los ligazos.

A veces uno contra otro, a veces guerritas entre muchos.
¡Nos dábamos, que hasta nos hacíamos llorar!
Usábamos ligas normales.
Y les poníamos un pedacito de cáscara de naranja.
¡Le jalábamos, y paaaaaaaaas, dolían pero gacho!

A veces llegaba uno por atrás del enemigo y le decía:
_ ¡Parque, liga, patada o manazo!
Y nos daba la liga, el parque, o se ponía a recibir la patada o el manazo.
Cuando pasaba alguien que no nos caía ¡le dejábamos ir el tiro!
Y mirábamos muy inocentes al cielo, pa’ que al voltear, no supiera quién había sido el malandrín.

Un día, en una guerrita, le di a uno en la cara.
¡Y pegó unos gritos que corrí asustado a mi casa!
Creí que lo había dejado tuerto.
¡Y me metí bajo la cama!
¡Bien aterrorizado y tiemble y tiemble!
Hasta que llegó mi hermano y me dijo:
_ ¡Ya salte de ahí! a Prudencio no le pasó nada, ya anda desquitando su coraje con otros.

¡Qué bueno que esa etapa pasó…!

Luego llegó la de los trompos.
La de los yoyos.
La rayuela.
La de buscar novias, y aquel, al que le di el ligazo, se hizo mi mejor amigo.
Nos decíamos socios y compartíamos todo.
Y un día formamos familias, y ahora somos compadres.
Bien camaradas.

Alfredo García Servín
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