Historias del Barrio, información cultural y anécdotas de la ciudad de Querétaro
Voces del Tepetate 02/02/2022
En San Sebastián hubo buenos coheteros que hacían lucir las fiestas de los barrios queretanos y de los alrededores; existieron en algún tiempo talleres de cambaya y de rebozos, aún persisten lapidarios que trabajan las piedras semipreciosas de la región queretana como ópalos, aguamarinas, ojos de tigre y malaquitas.
Al igual que muchos otros espacios del Querétaro de ayer, contaba con sus huertas y grandes sembradíos; eran famosos sus “merenderos” donde frescas emparrados se disfrutaban los atoles de sabores y tamales de diversas composiciones.
Los viajeros, desde el siglo XIX, dejaron testimonio de esos paraísos vegetales, y los vecinos más antiguos recuerdan los grandes sabinos que existían en las calles de otoño y primavera, todavía en los años 40 del siglo XX.
En el barrio persiste el recuerdo de sus personajes: aguadores, lavanderas, afiladores y lapidarios entre otros; de las tiendas de abarrotes, cantinas y pulquerías. En el imaginario colectivo sobrevive la obra de don Florencio Rosas quien en 1890 fundó el taller del Sagrado Corazón de Jesús, llamado por los vecinos como Casa de las recogidas, que todavía perdura en el andador Primavera.
Otros tienen viva la fecha del 25 de febrero de 1951, cuando un voraz incendio consumió gran parte del interior del templo de San Sebastián, otros tiempos que se van difuminando en la vorágine del fenómeno demográfico del siglo XXI.
Enrique Espinosa Uribe.
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