El Marqués: La Iglesia Chiquita, leyenda de fundación

Donde se dice, que todo empezó

Redacción 30/01/2022

Para algunos historiadores, ahí fue donde se fundó Querétaro. La Iglesia Chiquita, en La Cañada, en el municipio de El Marqués, es una joya histórica que todavía muchos en el estado desconocen.

El templo, en la calle Del Marqués, luce sencillo en su fachada. No tiene grandes ornamentos, a diferencia de otros templos, donde el estilo barroco está más presente. Es el estilo de los franciscanos: austero, simple.

El bautizo de Conin

Al interior de la Iglesia Chiquita se ubica la que dicen fue la pila bautismal de Fernando de Tapia, Conín, aunque no hay un registro exacto de que ello haya sucedido realmente y los historiadores no se ponen de acuerdo al respecto.

Primer cementerio de Querétaro

Hasta antes de la intervención que se hizo al templo, en uno de los costados se encontraba un cementerio, como era costumbre en el siglo XVI, cuando fue edificada. Cabe destacar que este fue el primer cementerio en territorio queretano.

Dentro del templo, en la última intervención que se le realizó, se encontró una fecha: 1529. Ese año, de acuerdo a la historia, comenzó su construcción, lo que la convertiría en la iglesia más antigua de Querétaro.

Los habitantes mayores de La Cañada recuerdan que en el templo estaba la escuela. Antes de edificarse la primera escuela en la comunidad, todos los niños acudían a tomar clases con las religiosas en otro de los costados del templo.

Los anexos, de acuerdo a las crónicas, son de etapas posteriores a la nave principal del pequeño templo, que hasta hace unos años era utilizado para algunas ceremonias religiosas, así como para la adoración del Santísimo, razón por la cual permanecía abierto.

Leyendas que rodean esta construcción

Una de las leyendas que se cuentan sobre la Iglesia Chiquita fue protagonizada por don Herminio, quien se encargaba de cuidar el templo hasta hace unos años, cuando murió.
Narran que en una ocasión el hombre se tomó una fotografía en el atrio del templo.
Cuando revelaron la foto se ve atrás de don Herminio a una persona alta, vestido a la usanza revolucionaria, cuando al momento de tomar la imagen don Herminio estaba solo.

En la más reciente restauración, algunos de los trabajadores que laboraban en la obra y que se quedaban a dormir en el sitio dicen que por las noches escuchaban que martillaban o el murmullo de voces. Incluso, que llegaban a tocarlos.

Los habitantes de La Cañada también cuentan que en los alrededores hay dinero oculto, pero nadie lo busca, pues creen que es mejor dejarlo ahí, donde sus dueños lo escondieron.