Muestra de amor
Redacción 14/02/2022
Un millar de parejas se han jurado amor eterno en ese lugar con un pequeño símbolo: Un candado. Es el Puente de los Candados, sobre el río Querétaro, en avenida Universidad y la calle de Allende.
El visitante puede observar en ese lugar los candados que representan el vínculo emocional de las parejas que movidas por el amor y la pasión, recurren a este ritual para, de una manera física, jurarse un compromiso eterno.
Se dice que todo comenzó en 2012, cuando una joven, junto con su novio, decidieron poner un candado con sus iniciales en el sitio, como una manera de expresarse el compromiso sentimental que tenían.
A ellos, tiempo después, se unieron otras parejas que hicieron de este puente, sobre las aguas, a veces no tan limpias del río Querétaro, un lugar para hacerse una manifestación de amor.
Se replica el movimiento
Actualmente, el Puente de los Candados en la ciudad de Querétaro no es el único, pues en San Juan del Río, desde 2017, comenzó la tradición en un puente recientemente construido.
En aquel municipio se ubica a un costado del famoso Puente de la Historia, en el cual desde que se hizo la nueva obra los jóvenes acudieron a colocar los candados con sus iniciales y luego arrojar la llave a la corriente del río, para simbolizar un vínculo eterno.
Paris, la inspiración
La costumbre no es originaria de Querétaro. La ciudad de París, Francia, cuenta con el Puente de las Artes donde la pareja llevan a cabo el mismo procedimiento para jurarse amor para siempre. Algunos dicen que inspirados en una película y otros que fue por un libro.
Los barandales de este puente francés fueron desmontados hace siete años, pues las autoridades de la Ciudad Luz consideraron que rompían la estética del lugar, y fueron cambiados por otros de un estilo diferente, donde no se pueden poner candados.
En Querétaro, más allá de ser desmontados, los barandales se han convertido en un lugar de atracción para locales y foráneos, que con cierta curiosidad se acercan a ver si identifican un nombre conocido y van a corroborar que su candado sigue ahí.
Más allá de si es antiestético, una copia de una tradición extranjera o un ardid de los ferreteros para vender candados, las parejas tienen un buen pretexto para tener un detalle romántico este 14 de febrero o en cualquier otro día, ya que para el amor no hay fecha.
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