Mucho se ha dicho sobre el personaje justiciero en el México de leyendas
Redacción 28/05/2024
La leyenda es conocida y se ha repetido en muchos lugares: el ladrón que roba al rico y ayuda al pobre. En el caso de México, se tiene a Chucho El Roto, quien dicen tuvo su casa donde se escondía en el municipio de El Marqués.
La comunidad marquesina de Saldarriaga es famosa por una de sus casas. Ubicada en lo que anteriormente se llamó Camino Real, una de las avenidas principales de la localidad, la conocida como casa de Chucho El Roto es parte del folclore local.
A cualquier persona de la comunidad basta preguntarle dónde está la casa de Chucho El Roto para que den “santo y seña”, aunque quizá ésta nunca haya sido su propiedad.
En los muros exteriores se aprecian algunas pintas. Cuatro arcos al frente, una puerta pequeña y un ventanal, aderezan la fachada de la vivienda que actualmente está rodeada de negocios de diferentes giros.
La construcción contrasta con las que hay alrededor, pues el estilo arquitectónico revela al menos dos siglos.
La historia de Chucho El Roto
La leyenda cuenta que Jesús Arriaga, mejor conocido como “Chucho el Roto”, era un ladrón y estafador que junto con sus cómplices robaba siempre vestido de manera elegante. Por eso el apodo de “Roto”, como se les decía a quienes vestían bien.
Según las versiones oficiales, Jesús Arriaga, originario de Tlaxcala, murió en Veracruz en 1894.
De acuerdo a algunas historias, Chucho habría robado una tienda en Querétaro, por lo que fue detenido, pero el jefe de la policía de la Ciudad de México, al saber de su aprehensión viajó a tierras queretanas, para luego presumir que él lo detuvo.
Saldarriaga, el lugar donde se dice está su casa
Alrededor de Chucho El Roto y su casa en Saldarriaga, existen muchos mitos. Algunas versiones también cuentan que no fue realmente su vivienda, sino de su padre, quien trabajaba en una hacienda cercana a la actual comunidad.
Se han hecho intentos por rescatar el lugar y hacer un museo, pero la negativa de sus propietarios para hacerlo ha sido recurrente, teniendo que esperar más tiempo para cuajar este proyecto.
Sin embargo, los visitantes, los que creen la leyenda, suelen acudir de manera constante. Incluso, ciclistas que organizan rodadas en el municipio de El Marqués tienen como referencia la casa de Chucho El Roto.
Más allá de la veracidad de las historias, el lugar es un atractivo para los paseantes, que atraídos por la idea romántica del ladrón bueno hacen del sitio una parada obligada.
importante para nosotros
Más historias
Los campos amealcenses se visten de mirasoles
El Cerrito, cuatro años de su Museo de Sitio
Un jarro de buen pulque en Querétaro