Un paseo fascinante por el tiempo
Redacción 09/05/2024
Ubicado en una casona del siglo XVII del Centro Histórico, que fue detalladamente restaurada, el Museo del Calendario de Querétaro, exhibe más de mil ejemplares testigos del tiempo.
Tiene de entrada, una réplica en madera de la Piedra del Sol, cuentan la historia del calendario en diferentes culturas y exhiben obras pictóricas que fueron parte de calendarios de mucho tiempo atrás.
Y es que consultar la fecha, los días transcurridos, por transcurrir y el santoral del día, era una costumbre de cada mañana en los hogares mexicanos que contaban con un gran calendario de pared y que hacía también de lienzo decorativo.
Testigos del acontecer diario, los calendarios
La historia de la vida cultural, social y política del país durante gran parte del siglo XX transcurrió con el paso de las hojas del Calendario Landín, empresa que desde el 2015, comparte con el público todos estos recuerdos a través del Museo del Calendario el Mucal.
Cada sala del Mucal ofrece un recorrido por el tiempo a sus visitantes. Exhibe calendarios de 1890 a 1949 en una sala, en otra de 1950 a 1959 y otra más de 1960 a 2016.
Además dedican una galería al trabajo de diversos pintores. Hay obras de autores como Humberto Limón, Jesús Bribiesca, Santiago Sadurní, Ángel Martín Merino, Raúl Vieyra y Jesús de la Helguera, uno de los artistas más importantes de calendario, ya que a lo largo de 40 años realizó más de 600 pinturas que fueron plasmadas en diferentes almanaques.
Al final del recorrido hay una sala de sistemas de impresión, donde el visitante recorre la historia del calendario a través de las diferentes técnicas empleadas para impresión, del ayer al hoy.
Hasta prácticamente en este S. XXI fue el calendario impreso el sistema utilizado para organizar el tiempo, por lo que el recorrido al Mucal es un excelente pretexto para retroceder en el tiempo y retomar con nostalgia, lo que ha sido referente en hogares a lo largo de la historia en nuestro país.
El Museo del Calendario exalta las tradiciones mexicanas
El espacio también es una muestra de agradecimiento al pueblo de México, pues brinda un acervo de la historia del testigo mudo del paso del tiempo, para regocijo de la cultura y la identidad de nuestra comunidad.
Recorrer el recinto es toda una experiencia; además del trabajo expuesto, se disfruta de la estructura del lugar que refleja la arquitectura de antaño, sus enormes paredes, escalinatas y pasillos, así como sus bellos jardines que por cierto, reciben a comensales con los servicios que ofrecen en el Café Mucal, que abre junto con el museo, de martes a domingo desde las 10 de la mañana.
Una visita imperdible que se debe realizar, cuando se visite el primer cuadro de la ciudad capital que tiene rincones siempre sorprendentes.
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