Remebranzas de mi pueblo
En el estilo arquitectónico de las primeras casas construidas ya en forma, en nuestro pueblo (claro, después de las que se tenían con techos de soyate) están las de dos aguas, con lámina de zinc y que la mayoría de ellas tenían tapanco, donde se almacenaban los granos .
Sólo recuerdo una casa de cuatro aguas, la construida por mi tío Rodolfo de la Vega, misma que al tiempo fue vendida a Don Juventino Martinez quien la habitó junto con su familia muchos años. Lamentablemente -para mi gusto- , con la modificación en su construcción se perdió esta techumbre tradicional de la que hablo.
Aún quedan algunas construcciones que conservan esa identidad; con sus techos de dos aguas y una característica, el denominado “corredor” o balcón que no sirve más que para ver pasar a la gente de a pie, ya que por sus dimensiones no permite colocar ni mesa y mucho menos sillas, con algunas excepciones. Lo que si es cierto, es que esos balcones rústicos le dan un toque muy agradable y pintoresco a las calles del pueblo, como la de Tío Sanson, la casa de Tío Fausto o bien el balcón muy bien logrado de la casa que ocupó don Palemón Ledesma y familia.
Siempre será muy agradable caminar por las calles del pueblo, admirando aquellas construcciones y descubriendo que aún hay muros de adobe en algunas y vigas centenarias en su armazón.
Les saludo con afecto.
J. Rogelio Ledesma Torres
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